Botafogo inscribió su nombre en la historia grande del fútbol sudamericano al consagrarse campeón de la Copa Libertadores 2024 por primera vez en sus 106 años de vida.
l equipo carioca superó por 3-1 a Atlético Mineiro en una final memorable disputada en el Estadio Monumental de Buenos Aires, gracias a los goles de Luiz Henrique, Alex Telles -de penal- y Júnior Santos. Con este triunfo, el Fogao aseguró su lugar en el próximo Mundial de Clubes y disputará la Recopa Sudamericana frente a Racing en 2025.
El partido comenzó con un giro inesperado: al primer minuto, Gregore, mediocampista de Botafogo, fue expulsado por una temeraria plancha a la cabeza de Fausto Vera, tras revisión del VAR por el árbitro argentino Facundo Tello. Con un hombre menos, el equipo dirigido por Thiago Almada cedió la iniciativa al Galo, que generó peligro con remates de Hulk y Deyverson, bien contenidos por el arquero John.
Sin embargo, en un fútbol donde lo imprevisto manda, Botafogo golpeó primero. A los 34 minutos, una jugada iniciada por Almada terminó con varios rebotes en el área y la definición de Luiz Henrique para abrir el marcador. Poco después, un penal sancionado por el VAR tras falta del arquero Everson sobre Henrique permitió que Alex Telles ampliara la ventaja con un disparo cruzado al minuto 44.
El entrenador del Mineiro, Gabriel Milito, reaccionó con tres cambios al inicio del segundo tiempo. Entre ellos, ingresó Eduardo Vargas, quien rápidamente descontó de cabeza en el 46’, encendiendo la esperanza para los hinchas del Galo. A partir de ahí, el equipo de Belo Horizonte presionó con insistencia, pero las imprecisiones de Vargas y las decisiones arbitrales -como el rechazo del VAR a un penal pedido por una supuesta falta sobre Deyverson- le jugaron en contra.
Cuando el empate parecía posible, Botafogo aprovechó una última contra. Júnior Santos, tras un rebote en la defensa rival, selló el 3-1 definitivo en tiempo añadido, desatando la euforia de los hinchas cariocas presentes.
Un título inolvidable
Con esta victoria, Botafogo rompe un siglo de espera y se convierte en el rey de América, destacando la labor de su defensa liderada por el argentino Alexander Barboza y el aporte clave de Almada. Del otro lado, Mineiro deberá conformarse con la lucha por volver a los torneos continentales en la próxima temporada.
