Comunicado de MUMALA: «Lo que sucede en la cancha, no es otro tema»

A Boca Juniors parece no importarle -o no considera suficientemente grave- que Sebastián Villa tenga una causa elevada a juicio por lesiones agravadas y amenazas en 2020 y qué, además, ahora se le haya sumado una imputación por abuso sexual e intento de femicidio.

“Nosotros con ese chico nos tenemos que sacar el sombrero. Después, lo que pasa fuera de la cancha es otro tema” declaró Juan Román Riquelme, vicepresidente del club. La violencia que ejerció Sebastian Villa no es otro tema, la institución a la cual pertenece tiene la responsabilidad de hacerse cargo de lo que sucede con su jugador, fuera y dentro de la cancha. Incluso, el protocolo de Violencia de Género del club lo expresa abiertamente. La creación de áreas o comisiones de género en los ámbitos deportivos e, incluso, la redacción de protocolos contra la violencia de género deben ser mucho más que una foto o letra muerta sin aplicación efectiva. De nada sirven los anuncios y los espacios creados, si desde las Comisiones Directivas de los clubes, se toma la decisión de callar ante la violencia que ejerce un jugador: la pasividad ante la violencia, los hace cómplices y perpetúa la impunidad de los violentos. Quien define si Sebastian Villa debe, o no, ser sancionado es la Comisión Directiva, espacios que histórica y sistemáticamente han sido negados a las mujeres (ningún club de primera división, en la actualidad, es presidido por una mujer). La perspectiva de género, por lo tanto, no ha dejado de ser más que una fachada con la que los clubes pretenden agiornarse a la época de la boca para afuera. En un país donde una mujer es asesinada cada 32 horas por el simple hecho de ser mujer, que Villa no sea juzgado (social y judicialmente) de manera ejemplificadora para la sociedad, es un error. Para lograr erradicar los diferentes tipos de violencia de género necesitamos de un cambio cultural que no sólo debe ser impulsado por un estado activo, sino por todos los sectores que conforman la sociedad. El futbol no debería generar incomodidad, ni encubrir abusadores y golpeadores. El fútbol va a ser todes, o no va a ser. – Mujeres de la Matria Latinoamericana