El próximo 7 de mayo, en Bandera, se presentará «La pipa de la paz», obra teatral protagonizada por Betiana Blum y Sergio Surraco.

Felisa (Blum), es una adulta mayor que vive en soledad, en la antigua casa que compartió con Vicente, su esposo, fallecido hace seis años. Su única compañía son las cenizas que conserva en una especie de altar pagano y con las que dialoga constantemente. Está enemistada con Marina y Griselda, sus dos hijas mujeres, y mantiene contacto telefónico con Dani (Surraco), el único vástago varón que, tal vez por sensibilidad o culpa, atiende sus demandas y escucha sus quejas. El problema es que él vive en Nueva York, donde trabaja para las Naciones Unidas, como mediador de un conflicto bélico en África y formó su propia familia al casarse con Carol. El esmero de ese muchacho por recomponer el vínculo familiar con sus hermanas pondrá en juego su paciencia y tolerancia porque como dice la protagonista «A un perro viejo no se le cambia la cucha».