Una mujer expulsó a patadas de su casa y lo llevó casi 50 metros golpeándolo mientras gritaba: «Este animal tiene el diablo». Sucedió ayer al mediodía en el Bº Tradición.

Un lavacoches, que fue uno de los testigo de toda la situación, presentó una extensa denuncia en la Seccional Octava. El hombre se indignó al ver cómo la maestra agredía al perrito color negro, ante las miradas atónitas de varios vecinos.
De acuerdo con testigos presenciales, el animal habituaba deambular por la calle, a la espera de que alguien le proveyera comida. Así, no fue la excepción en la víspera. El perro ingresó a la vivienda de la maestra (al sector del jardín) y ésta se habría enfurecido al descubrirlo y lo habría echado a patadas a la calle.
Segundo ataque
Lejos de retornar a su inmueble, la mujer habría acentuado los golpes y a patadas lo habría desterrado de la vereda y llevado lejos, al menos unos 50 metros por la calle Benicio Díaz, hasta dejarlo abandonado en el frente de un corralón, añadió un vecino. «Este animal tiene el diablo», gritaba ante el estupor colectivo.
Después de gritar en contra del animal, la mujer habría regresado a su casa y se encerró. Dos vecinos corrieron a ver lo sucedido con el animal y advirtieron que ya no vivía, lo cual caldeó los ánimos.
Media hora después un lavacoches refrendó una denuncia, hecho que provocó la inmediata intervención de la fiscal de turno, Lorena Nieva, añadieron los voceros.
Sin perder tiempo, la funcionaria habría abierto una investigación por presunto «maltrato animal», los voceros deslizaron que la docente sería imputada y su responsabilidad analizada por la Justicia.
Excesos reprimidos por la ley sobre maltrato a los animales
La Ley 14.346, sobre maltrato animal, prevé diversas sanciones a quienes la vulneren. Artículo 1º: “Será reprimido con prisión de 15 días a un año, el que infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales”. Artículo 2º: “Serán considerados actos de maltrato”: 1° No alimentar en cantidad y calidad suficiente a los animales domésticos o cautivos. No alimentarlos bien; Estimularlos con instrumentos que les causan dolor: Hacerlos trabajar sin descanso, o buen estado físico; Estimularlos con drogas sin fines terapéuticos; Usarlos para llevar vehículos pesados. Hacer cortes sobre el animal vivo para abrirlo y examinar su contenido (disección); Cortar cualquier parte de su cuerpo, salvo marcación o higiene; operarlos sin anestesia, ni título de médico o veterinario; Experimentos con animales, etc.